El estreñimiento... y la reflexología

Numerosas son las personas que padecen de estreñimiento. Es recomendable saber cual o cuales pueden ser las razones de este desorden:


Están las razones más comunes y conocidas...
·         La falta de ingestión de líquido:
Cuando ingerimos poco líquido, el cuerpo tiene que administrarlo lo mejor posible, repartiéndolo por orden de prioridad. Sabemos que más de un 80% de nuestro organismo está compuesto por agua: la sangre, la linfa, todos nuestros tejidos y mucosas, nuestros huesos...  Así que el cuerpo debe renovar, limpiar y depurar nuestro cuerpo, a través de los riñones y esta es su prioridad. Sin embargo, también necesita agua para hacer la digestión, producir la saliva, los jugos gástricos, etc.… pero cuando hay escases, esta necesidad pasa a ser segundaria. Por lo que las heces se secan demasiado al momento en que los nutrientes son absorbidos. Y si las heces se secan demasiado difícilmente se deslizarán con “suavidad” a lo largo del colon.
·         La falta de ejercicio y movimiento (la actual vida sedentaria):
Aunque los intestinos tienen sus propios movimientos para facilitar el tránsito intestinal (los llamados movimientos peristálticos), es indudable que el hecho de llevar una vida sedentaria, con poco ejercicio y movimiento no facilita este proceso. Estirarse, moverse, doblarse, saltar… y poner en funcionamiento la maquinaria de una manera regular, agitan y movilizan los órganos internos, ayudando la fluidez en general.
·         La alimentación y la falta de fibra natural:
La alimentación es de suma importancia para el buen funcionamiento de nuestro organismo. Somos lo que comemos. Todo nuestro cuerpo se genera de lo que consumimos. Muchas veces por comodidad o por falta de tiempo, recurrimos a alimentos poco nutritivos y frescos. El exceso de harinas y carbohidratos, tienden a absorber el agua. La fibra natural contenida en frutas y verduras es perfecta para mejorar el tránsito intestinal.
NOTA: Cuidado con las fibras artificiales (las que no están contenidas en alimentos naturales), estilo galletas con fibras, porque generalmente están concebidas para “llenar” el estómago y no para mejorar la evacuación

 y las razones menos conocidas, pero que también influyen directamente sobre el tránsito intestinal, como por ejemplo:

·         La tensión nerviosa o estrés:
El miedo, el dolor o una situación vivida difícil de afrontar, pueden generar estrés. Estas son unas de las circunstancias que nos hacen permanecer  (generalmente de una manera involuntaria e inconsciente) en tensión y  todo nuestro organismo se ve afectado. Nuestros órganos, nuestros músculos, nuestras glándulas,… perciben esta rigidez y se contraen, se crispan, ocasionando más dolor, malestar y alterando sus funciones normales.
En el caso del tubo digestivo, también padece las secuelas de la tensión, contrayéndose y perturbando el paso de los desechos por el tracto intestinal.
·         Ciertas emociones: las terapias holísticas, como la reflexología, asocian el estreñimiento con un estado de “bloqueo mental”. Es decir , situaciones psicológicas en las que nuestra mente se encuentra en estado de “constipación”:
-     bien sea porque no queremos dejar fluir una situación vivida (no queremos que una persona querida se vaya, o no queremos que los momentos vividos en el presente se desvanezcan y pasen a formar parte de nuestro pasado,…).
-     O porque debemos tomar alguna decisión para nosotros importante. Mientras no liberemos nuestra mente de esa duda (o de exceso de ideas), no liberaremos las vías del tránsito intestinal.

Muchas son las personas que toman diariamente pastillas contra el estreñimiento. Sin embargo, es bueno recordar que toda pastilla es un medicamento, por lo tanto fabricado con ingredientes químicos y poco naturales, que sobre cargan nuestro hígado y riñones.
Un par de ciruelas pasas en ayunas o agua de linaza, regularizan, en muchos casos, el tránsito intestinal de una manera natural
El masaje reflexológico, aumenta y dinamiza los movimientos peristálticos, disipa la tensión y contracción de los órganos, provoca una mayor segregación de los fluidos intestinales, por lo tanto mayor lubricación. Relaja al paciente, tanto física como mentalmente, liberando los pensamientos “bloqueadores”.
La reflexoterapia ayuda y va de la mano con la salud. Sin embargo, no reemplaza los buenos hábitos alimentarios o físicos de la persona. Esta técnica busca restablecer y equilibrar el buen funcionamiento corporal, pero sus efectos son limitados en el tiempo y en eficacia, si no se hacen los cambios requeridos para mejorar el estilo de vida.
La reflexología no cambia tus hábitos, los hábitos los cambias tú. Pero sí es capaz de hacer consciente lo inconsciente, de despertar lo que duerme en ti y de revelarte cuales son las modificaciones que debes hacer. Es capaz de "ayudarte" en ese proceso de transformación….
… una vez más la respuesta la tienes tú!

                                                                                    ©  Caroline Benko


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