El dolor de espalda y la reflexología - PARTE 2 - (tratamiento reflexológico)

Tratamiento reflexológico
Las lumbalgias y las ciáticas como mencioné en la publicación anterior, se ven bastante aliviadas con la reflexología. Había dicho que el número de sesiones varía de una persona a otra y dependen esencialmente del tiempo que se lleve con el dolor, del origen, del estado general de la persona y en algunos casos, de su capacidad a modificar la percepción que tiene de su “realidad”.
A veces nuestros pies se entumecen, por lo que es posible que en el primer tratamiento no se tenga sensación y no será sino en la 2da o 3ra sesión, cuando el pié empiece a reflejar lo que el cuerpo nos quiere decir. Una vez recuperada la sensibilidad, las primeras sesiones pueden resultar algo incomodas, sobre todo en los puntos reflejos donde la espalda se encuentra afectada.
Al principio de un tratamiento reflexológico, el cuerpo comienza a eliminar no solo toxinas, sino también malestares tanto psíquicos como físicos. Por lo tanto, es posible sentir fatiga y aumento temporal del dolor. Se puede también observar un desplazamiento de la localización o un cambio en la sensación (hormigueo, picor o adormecimiento) del dolor original. Todas estas manifestaciones desaparecen a las pocas horas (máximo 48 horas), pero en todos los casos indican que el tratamiento está haciendo efecto y permiten al reflexólogo, evaluar y adaptar en permanencia el tratamiento (las eliminaciones psíquicas suelen ser progresivas, ya que la persona requiere de tiempo para percibir, analizar y asimilar nuevas referencias y puntos de vista, que las estimulaciones reflexológicas liberan de su subconsciente).
Al cabo de algunas sesiones se irá notando la mejoría. El dolor comenzará a desaparecer por cortos períodos, que progresivamente irán  en aumento. Estas mejorías no descartan algunas recaídas de dolor intenso, pero es el medio por el cual el cuerpo se libera del malestar. Llegará el momento en que no se sentirá dolor entre una sesión y otra. Esta será la señal de que el momento de espaciar las sesiones ha llegado. Se hará un balance general y podremos entonces constatar que otras dolencias, menos importantes (al margen del dolor de espalda) pero presentes en el paciente, han mejorado o desaparecido. Por lo general, los tratamientos pueden durar entre 2 a 6 meses. En algunos casos, será recomendable hacer sesiones de mantenimiento a modo de prevención (en los casos dónde haya algún trastorno irreversible, como una hernia discal). 
Es recomendable que solicite a su reflexoterapeuta que le indique de qué manera puede prevenir el dolor entre sesión y sesión. A veces unas fricciones bien localizadas en el pié, bastan para aliviar y disuadir cualquier intento de malestar.
Los casos de ciática suelen responder muy bien. Estas generalmente, son causadas por un pinzamiento vertebral, hernia o contractura a nivel del músculo piramidal. Por ello, se trabaja también las zonas reflejas donde se origina el problema. 


En algunas personas, puede persistir algún punto doloroso muy localizado en una de estas zonas: detrás de las rodillas (a nivel del poplíteo), debajo o encina de uno de los glúteos o en la zona lumbar, donde la vértebra está pinzando el nervio y se esté originando el dolor. Estos puntos son a veces persistentes, aunque el dolor agudo y molesto de la pierna o espalda hayan mejorado notablemente. 
                                                                              © Caroline Benko

Les recomiendo que lea "El dolor de espalda y la reflexología - parte 1": 

http://carolinebenko.blogspot.com/2011/09/el-dolor-de-espalda-y-la-reflexologia.html


VIDEO sobre la influencia del trabajo reflexológico sobre la columna vertebral




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